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Las tiendas online matarán a los intermediarios

Marketing

14/May/2014

Hasta ahora, o hasta hace relativamente poco, el mercado era así: un proveedor se encargaba de fabricar un producto –veáse, por ejemplo, camisetas serigrafiadas-, que posteriormente vendía a distribuidores en cantidades industriales y a un precio asequible; era el vender un gran número de artículos lo que le generaba beneficio. Por su parte, las tiendas se encargaban de hinchar ese precio y ponerlo a la venta del consumidor final.

Pues bien, esto se acabó; o al menos está terminando; o al menos tiene pinta de ser así; o al menos así lo veo yo. Bueno, que nos liamos. El mundo online y las enormes facilidades para crear una tienda online está provocando que el proveedor inicial, el responsable de la fabricación del producto, elimine el intermediario y se dedique a vender directamente.

¿Por qué tengo que vender a 2 euros a una tienda, pudiendo vender a 25 por Internet? Es la pregunta que los mayoristas, cuyo perfil nada tiene que ver con el de un emprendedor o nativo digital, cada vez se hace con mayor fuerza. Se van a terminar los intermediarios, serán los dueños del producto inicial quienes vendan directamente, en todos los sectores.

Se acabaron los intermediarios, distribuidores y transportistas. Vamos hacia un modelo de negocio en el que el fabricante es el vendedor; de hecho existen proveedores que actualmente venden tanto a distribuidores como a cliente final, con todo lo que eso implica para los primeros.

¿Hacia donde nos lleva esto? Seguramente, el cierre de tiendas físicas siga creciendo, en la mayoría de sectores. El mundo online, como ya pasó con el offline será dominado por un puñado de marcas grandes en cada sector, mientras que las tiendas online pequeñas deberán encontrar su forma de diferenciarse, porque la atención al cliente no será tan cercana como antes, lo que era un factor de valor en otra época.

Pero también nos lleva una democratización completa del mercado, una libertad casi absoluta. No depender de nadie para vender lo que tengo, sea lo que sea. Puedo llegar a todo el mundo desde mi casa, desde mi pequeño taller de camisetas, montando un negocio donde mi precio de producto sea mucho mayor que el de antaño.

En realidad, esta tendencia puede ser buena para casi todos. Solo hay que saber verlo, adaptarse y ser rápido y listo. En este sentido, todo sigue como siempre.

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